Prensa, www.periodismonecesario.com, República Bolivariana de Venezuela, 21 de agosto de 2008)
El deporte se considera el fenómeno cultural con mayor desarrollo dentro de la esfera humana, y por lo que es importante destacar que el periodismo venezolano necesita de una revisión urgente, específicamente cuando se trata del periodismo deportivo que es el tema abordado en este comunicado.
Sí, el periodismo deportivo tampoco escapa a ese escrutinio que debemos hacer los comunicadores sociales lo más pronto posible. Porque a una fuente que, hasta hace poco tiempo era el oasis para nuestra población, muchos de nuestros colegas terminaron 'contaminándola' y procedieron a humillar, atacar y burlarse de nuestros atletas, a pesar de su loable esfuerzo, para lanzarle sus dardos no al Gobierno Nacional, sino a la figura del Presidente Hugo Chávez.
Lo que está ocurriendo con la participación de Venezuela en los Juegos Olímpicos de Beijing debe servirnos para sentarnos a reflexionar. Nuestro país está presente en las XXIX Olimpíadas con 110 atletas, la cifra más alta desde que en 1948 el ciclista Julio César León desfiló con nuestra bandera en la cita de Londres, Reino Unido.
Ese sólo hecho debe hacernos sentir orgullosos de ser venezolanos y, por ende, impulsarnos a apoyar a nuestros atletas, quienes ganaron sus respectivos cupos a Beijing por méritos propios y no en una rifa. Así lo viene señalando, desde hace tiempo, el Presidente Chávez, quien calificó a los 110 atletas presentes en Beijing como la "Generación de Oro".
El Jefe de Estado está consciente del momento histórico que está viviendo nuestro país en materia deportiva, y es natural que haga énfasis en ese aspecto y lo señale como un logro de la revolución; porque, ¿acaso no es así?, ¿de quién es entonces el éxito? ¿de George Bush, Vladimir Putin, Álvaro Uribe? Pero muchas personas se niegan a admitir esa realidad y parecieran querer tapar el sol con un dedo. ¡Primer error!
En vista de que los resultados en Beijing no fueron los esperados en las primeras de cambio, hasta que Dalia Contreras obtuvo medalla de bronce el miércoles 20 de agosto en la especialidad de Taekwondo, se creó una matriz de opinión para desmeritar la actuación de nuestros deportistas. Y eso lo dice el pueblo, que es sabio. ¡Segundo error!
En cada competencia, nuestros atletas también salieron a dar el máximo de su esfuerzo, pero en el deporte se gana y se pierde, no hay espacio para más, y todos, absolutamente todos ellos, sintieron vergüenza al perder, porque sabían que representaban a 27 millones de venezolanos, un país entero, y no a un sector, un color político, una tolda en particular; no, era nuestro tricolor patrio con sus 8 estrellas.
Para ese sector del periodismo deportivo, la caída de cada atleta significaba un revés para el Gobierno Nacional. ¡Tercer error! En realidad, cada derrota significaba un lamento para cada uno de los venezolanos, a quienes nos invadía la tristeza y la impotencia, porque veíamos que con cada atleta eliminado se iban también las esperanzas de medallas.
Las esperanzas de obtener medallas son las de la población venezolana y seguiremos como pueblo apoyando a nuestra generación de oro. Si algún papel tiene que desempeñar el periodismo deportivo es aportar a que se refuercen las políticas deportivas y apoyar a los atletas de alta competencia; y no hacer leña de nuestros jóvenes talentos como si se tratara de adversarios políticos.
A diferencia de lo escrito por algunos periodistas enemigos del proceso que dirige el presidente Chávez, el Gobierno Nacional nunca habló de pronósticos para los Juegos Olímpicos de Beijing. La ministra del Poder Popular para el Deporte, la colega Victoria Mata, no cometió semejante yerro, sino uno de sus subalternos. Decir entonces que hubo exceso de triunfalismo por parte del Gobierno Nacional es un error; bueno, otro más. Y el Jefe de Estado lo dijo muy claro el domingo 18 de agosto, durante su programa dominical ¡Aló, Presidente!: "A mí no me importan las medallas. ¡Muchachos, ustedes son unos héroes! Siéntanse orgullosos de lo que están haciendo". ¡Más claro, imposible!
Ahora que Dalia Contreras logró una medalla en Beijing, nos preguntamos: ¿cuál será la posición de esos colegas? ¿Harán como el avestruz? ¿O se mostrarán indiferentes ante ese hecho?
Es importante señalar que el periodista deportivo juega un papel determinante en la información que le ofrece al homo ludens y debe revisar su comportamiento ético y profesional en el cumplimiento de su deber, que también incluye el amor por su patria y la defensa de sus atletas.
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